Otra vez hemos vuelto a madrugar bastante y nos hemos ido hacia el Gran Cañón (teníamos alrededor de una hora y media en coche hasta allí). Nada más llegar hemos hecho una caminata muy chula que une unos cuantos miradores y en el punto en el que se acababa ese camino, hemos cogido uno de los autobuses gratuitos del parque, en concreto la línea roja. Estos autobuses tienen varias paradas dentro del recorrido y puedes subir y bajar en cualquier momento. Cuando íbamos de la tercera a la cuarta parada, de repente, ha empezado una tormenta. Se ha puesto muy gris y después de esperar un ratillo dentro del autobús, nos han dicho que nos llevaban al punto de inicio porque se había cerrado el recorrido.
Por suerte la tormenta nos ha pillado en el coche.
Como el otro lado del parque ya lo habíamos visto ayer, nos hemos ido a ver una película de National Geographic sobre el Cañón. Ha estado muy bien, hemos sentido hasta vértigo...
Luego vuelta al pueblo y al hotel. Por cierto que, como curiosidad, me he dado cuenta de que se saltan la habitación que acaba en 13...
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